Dos caminos delante de mí,
no podía ser neutral.
Dios y mi conciencia me veían.
¿Podría uno ignorar?

No, dos caminos delante de mí,
rápida decisión hay que tomar;
me rodean, me miran, esperan lo que diga.
Críticas y burlas listas para comenzar…

Dos caminos delante de mí,
en ambos alegría y pena,
elegí por el camino correcto,
y quedé solo con pizca de angustia.

Se alejan, ríen de mí,
y también aquello me gustaba.
Años han pasado ya,
vivo por mi decisión correcta.

Dos caminos siempre delante de mí.
¡Era mentira que nada pasaría!
De algunos supe que tomaron aquella senda:
muerte, encierro, y dolores en sus vidas.

Dos caminos delante de ti.
Es mentira que nada pasará,
cuando en lo incorrecto se avanza;
y es verdad que con Jesús bien se está.