Padre, quiero darte gracias por darme una nueva oportunidad al brindarme un nuevo día de vida. Gracias porque me diste ojos sanos que pueden ver la luz; el rayo del sol. Gracias por dejarme contemplar tu creación.
Gracias porque me diste oídos sanos que pueden escuchar el canto de los pájaros, el sonido del viento, el murmullo del agua. Te agradezco porque mis oídos pueden escuchar a las personas que hoy se me acerquen para hablarme.
Gracias por mi voz y por mis labios que se pueden mover para expresar mis sentimientos. Gracias porque puedo hablarte y también podré hablar a la gente con quien me relacione hoy.
Ayúdame para que en este día broten de mis labios palabras sabias que sean como un bálsamo para todos los que me escuchen. Que mis palabras traigan consuelo, edificación, alegría. Que aquellos que estén desanimados o atravesando por situaciones difíciles puedan hallar consuelo y esperanza.
Permite que, en este día de mi boca salgan solo palabras de vida y no de muerte. Que hoy solo exprese palabras de bendición y no de maldición. Que todo lo que hoy diga atraiga sobre mí abundancia de bendiciones y bienes materiales y espirituales.
Te doy gracias por mis manos que me sirven. Te pido que las limpies, las tomes y las uses para bendición. Que todo lo que toque o haga sea una expresión de ti.
Que cada amanecer, cada día que pasa, toda la creación al unísono alabe tu grandeza.
Hoy yo quiero adorarte y bendecirte porque tú eres oh Dios creador del universo. Tú eres grande, poderoso y misericordioso. A ti encomiendo mi vida y la de mis seres queridos en este día, porque tú eres bueno, digno de alabanza y adoración.
Amén.