“Padre, vengo ante ti como lo hizo Daniel cuando confesó los pecados de sus padres y se arrepintió de ellos. Vengo a arrepentirme y pedirte perdón por todos los pecados cometidos por mis antepasados.

Perdónanos por los pecados de idolatría, brujería, rebelión, inmoralidad de cualquier tipo y todos los vicios (agregar los que el Espíritu Santo inspire)

En el nombre de Jesús ato los principados y potestades que están tratando de influenciar en mí o en mi familia y les prohíbo operar en mi familia.

Declaro que mi familia está bajo la sangre de Jesús y rechazo toda maldición generacional para que no siga avanzando. Jesús se hizo maldición por nosotros así que nosotros estamos libres de esa maldición para servir a Dios.

Padre, perdónanos por confiar en cualquier otra cosa que no seas Tú. Derrama tu poder sobrenatural en mi familia para no estar atados a las cosas del mundo natural.

Te pido que envíes ángeles guerreros que peleen a favor nuestro.

Gracias porque mis hijos tomarán su lugar en el cuerpo de Cristo y se cumplirá tu voluntad en ellos.

Padre, me sujeto a ti y mi esperanza y expectativa están centradas solamente ti. Por el poder y la autoridad de Jesús, declaro que cualquier influencia satánica en contra de mi y de mi familia es vencida por el sacrificio de Jesús en la cruz.

Gracias por liberarnos de las ataduras de nuestro pasado y limpiarnos con la sangre de Cristo.

Gracias por nuestra herencia positiva, por nuestros antepasados que te siguieron y tuvieron comunión contigo por medio de la oración.

Gracias por tu misericordia y por las bendiciones que tú derramas sobre mi familia. Amén”.