“Padre, vengo ante ti para pedir perdón por todos los pecados cometidos por los políticos y demás autoridades de este país.
Perdónanos por los pecados de idolatría, brujería, rebelión, inmoralidad de cualquier tipo y todos los vicios. Perdónanos por todo delito, robo, estafa, homicidio, por el abuso de los más desvalidos, por el mal uso y abuso de la autoridad… (agregar los que el Espíritu Santo inspire)
En el nombre de Jesús ato los principados y potestades que están tratando de influenciar este país y les prohíbo operar en este territorio.
Declaro que mi país está cubierto por la sangre de Jesús y rechazo toda maldición generacional para que no siga avanzando. Jesús se hizo maldición por nosotros así que nosotros estamos libres de esa maldición para servir a Dios.
Padre, perdónanos por confiar en cualquier otra cosa que no seas Tú. Derrama tu poder sobrenatural en mi familia para no estar atados a las cosas del mundo natural.
Te pido que envíes ángeles guerreros que peleen a favor nuestro. Te pido que ilumines a los ciudadanos para que puedan elegir a las autoridades que sigan tu voluntad.
Gracias porque los ciudadanos de este país tomarán su lugar en el cuerpo de Cristo y se cumplirá tu voluntad en ellos.
Padre, me sujeto a ti y mi esperanza y expectativa están centradas solamente ti. Por el poder y la autoridad de Jesús, declaro que cualquier influencia satánica en contra de mi y de mi familia es vencida por el sacrificio de Jesús en la cruz.
Gracias por liberarnos de las ataduras de nuestro pasado y limpiarnos con la sangre de Cristo.
Gracias por nuestra herencia positiva, por nuestros antepasados que te siguieron y tuvieron comunión contigo por medio de la oración.
Gracias por tu misericordia y por las bendiciones que tú derramas sobre mi país. Amén”.