“Padre, en el nombre de Jesús creemos y declaramos lo que Tu Palabra dice respecto a la sanidad. Tu palabra dice que Jesús mismo tomó las enfermedades y llevó las dolencias. Por la autoridad de tu Palabra, declaramos confiadamente que ______ ha sido redimido de la maldición de la enfermedad y se niega a tolerar sus síntomas.

Declaramos que ______ ha quedado desatado de toda opresión y que es propiedad de Dios todopoderoso. Declaramos que ________ mora al abrigo del Dios altísimo y habita y permanece bajo la sombra del omnipotente. Ahora, Padre, te pedimos que tu ángel acampe alrededor de ______________ y lo libre de todo mal.

Nos colocamos el escudo de la fe que nos protege contra los dardos del fuego maligno. Permanecemos firmes con la plena seguridad de que _______ alcanza la salud y sanidad ahora, y te damos gracias. En el nombre de Jesús. Amén”.