“Padre, en el nombre de Jesús, en oración declaro Tu Palabra para mis hijos. Los rodeo con mi fe. Creo y confieso que mis hijos son discípulos de Cristo, que Él les enseña su voluntad y ellos obedecen.
Tú, Señor, contiendes con los que contienden con mis hijos. Tú les das seguridad y descanso. Yo te encomiendo para siempre el cuidado de mis hijos. Los pongo en tus manos con la seguridad de que los guardarás y conservarás.
Declaro que nuestros hijos nos obedecen, nos honran y valoran porque ese es el primer mandamiento con promesa. Dice Tu Palabra que si obedecen les irá bien y vivirán una larga vida sobre la tierra. Creo y confieso que mis hijos escogen vivir para Ti y amarte a Ti. Ellos obedecen tu voz y te siguen, por tanto, tú los pondrás por cabeza y no por cola. Estarán siempre encima y nunca abajo. Serán bendecidos en su entrar y en su salir.
Creo y declaro que Tú envías tus ángeles para cuidar, acompañar, defender y guardar a mis hijos en todos sus caminos. Tú, Señor eres su refugio y fortaleza. Declaro que ellos aumentan en sabiduría y favor con Dios y con los hombres.
Danos sabiduría para ser los padres que Tú quieres que seamos.
Te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén”.