“Padre, en el nombre de tu hijo Jesús, vengo ante ti para agradecerte por el compañero que me has dado como marido. Muéstrame como amarlo con tu amor. Enséñame a honrarlo y a confiar en él todos los días de mi vida.
Ayúdame a hablar con sabiduría, pero siempre con amabilidad.
Permite que mi marido me ame como Cristo amó a la iglesia y que juntos podamos servirte.
Señor, danos a ambos un espíritu de sabiduría y de revelación para conocerte mejor. Danos un mayor entendimiento de tu palabra para que podamos ser guiados por ella.
Dale a mi esposo sabiduría y dirección para poder guiar a nuestra familia. Que él crezca en favor ante tus ojos y ante sus jefes y compañeros de trabajo.
Que llegue a desarrollar su máximo potencial como hombre de Dios.
Provee a sus necesidades físicas, emocionales y espirituales. Protégelo de los dardos del enemigo.
Ayúdalo a ser el esposo, padre y el abuelo que tú quieres que sea.
Que su influencia y su bendición alcancen a todos los que le conocen.
En el nombre de Jesús. Amén”.