Consejo ante la melancolía
Si me preguntaran, consejo para alguien con melancolía, le diría en primer lugar que: Dios desea feliz sea, que apresado en la pena no esté de noche y día, en el mañana piense, y la esperanza posea. A Dios, que con gran amor lo ama, ore persistente. Cada día en Él se fortalezca. Elevando sus ánimos del suelo, emerja, la tenue sonrisa mientras el alma canta. ¡Dios libra de la melancolía!...